Desde hace una década he sostenido en esta Suprema Corte que hay un derecho fundamental a la interrupción del embarazo.
Así lo hice el 28 de septiembre de 2011 cuando discutimos la validez de diversas constituciones locales. En aquella ocasión no se logró la mayoría calificada, pero destaco que, salvo mi caso, los demás que integramos la mayoría no se pronunciaron por este derecho de las mujeres.
El 29 de junio de 2016 presenté a la Primera Sala un proyecto para conceder un amparo en contra de las normas que penalizaban el aborto en los supuestos en que corresponde a la mujer decidir libremente sobre su embarazo. Lamentablemente este proyecto no fue aprobado.
A lo largo de esta década mi postura ha sido consistente con la defensa de los derechos y libertades de las mujeres. He defendido que es indispensable superar el falso debate entre quienes están a favor de la vida y quienes no estamos a favor de la vida. Todos estamos a favor de la vida, lo único que sucede es que algunos estamos a favor de que la vida de las mujeres sea una vida en la que se respete su dignidad, en la que puedan ejercer con plenitud sus derechos, en las que estén exentas de violencia y en las que puedan autodeterminar su destino…