El jueves pasado tuve la fortuna de acudir al primer concierto de Taylor Swift en nuestro país y en América Latina. Por cerca de tres horas y media, Taylor deslumbró a más de 60 mil personas por noche durante cuatro días seguidos con su talento, carisma y energía. Desde que aparece en el escenario y hasta el último acorde de Karma, el recinto se transforma en un estallido de colores, emociones y sonidos como nunca había presenciado en mi vida.
La gira global de Taylor Swift —The Eras Tour— es un viaje en el tiempo a través de su discografía, y con ello, un recorrido personal por las distintas etapas de su vida: crecer, enamorarse, enfrentar la soledad, tener miedo a fallar. Una tras otra, Taylor revive ante su público las eras de su trayectoria, y con ello, reaviva la nostalgia de millones de personas que han crecido con su música.