Milenio

Suprema Corte: ¿oposición o contrapeso?

El rol de un tribunal constitucional en una democracia radica en la defensa de la Constitución como garantía fundamental del respeto al estado de derecho. Esta función asignada a los jueces constitucionales se sustenta en los principios de división de poderes e independencia judicial, y se ejerce principalmente mediante el establecimiento de límites al ejercicio del poder, tanto para proteger el diseño institucional, como para salvaguardar los derechos humanos de las personas; condición esencial para la vigencia de la democracia.

A su vez, la labor de defensa de la Constitución supone su interpretación como modelo de vida para la comunidad política, lo que implica contribuir a su vigencia efectiva; tarea que resulta particularmente importante tratándose de una Constitución como la nuestra, amplia en derechos prestacionales y clara en su visión de justicia social…

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