Pandemia y violencia machista
Las medidas de confinamiento que han sido adoptadas a lo largo y ancho del planeta para combatir la pandemia del covid-19 han ido acompañadas de un efecto por demás perturbador: el marcado aumento en los índices de violencia contra mujeres y niñas. Para muchas mujeres, quedarse en casa no implica estar a salvo sino, por el contrario, quedar a merced de sus agresores. Los episodios de violencia machista al interior de los hogares se han multiplicado por doquier, poniendo en evidencia, de manera muy cruda, la realidad que enfrentan las mujeres en todas las sociedades: la de una desigualdad estructural, basada en un sistema de dominación masculina que se expresa y se perpetúa, entre otros aspectos, a través de la violencia contra ellas.
Los datos disponibles en nuestro país permiten asomarse a la dimensión de un problema que sin duda es más amplio del que puede ser medido: según datos publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el pasado mes de marzo, 254 mujeres fueron presuntamente víctimas de homicidio doloso y 76 de feminicidio; las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar se incrementaron marcadamente en relación con el mes de febrero, llegando a las 115 mil 614 llamadas de auxilio.