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Discurso toma de protesta Jueces de Distrito y Magistrados (febrero 2012)

DISCURSO DEL MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA CON MOTIVO DE LA TOMA DE POSESIÓN DE 50 JUECES DE DISTRITO Y UN MAGISTRADO DE CIRCUITO.

 

21 de febrero de 2012

Señor Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal; señoras y señores Ministros, señores Consejeros de la Judicatura Federal, señora Magistrada y señores Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral; señoras y señores jueces; señor Magistrado, distinguidos invitados.

Es un privilegio y un honor estar, por primera vez, en la posición de dar la bienvenida a una nueva generación de jueces y magistrados: 51 hombres y mujeres que asumen hoy la misión de dispensar justicia en nombre del pueblo Mexicano, y a quienes con tal motivo extiendo mi personal felicitación.

La celebración de este acto formal, solemne y público en el que han rendido protesta el día de hoy, es la culminación del procedimiento de selección y designación que los legitima ante la sociedad para el ejercicio de la función jurisdiccional.

Llegan a sus cargos dotados de valiosas herramientas para el eficaz desempeño de sus funciones: la legitimación democrática que les brinda la Constitución, las garantías institucionales que los aíslan del poder y del interés político, y la legitimación de origen derivada de sus nombramientos.

Todo esto, sin embargo, no será suficiente. Para reducir la brecha que existe entre los Mexicanos y su justicia; entre los ciudadanos y sus jueces; para consolidar la confianza y el respeto de la sociedad hacia sus juzgadores, que es la base del buen funcionamiento de nuestro sistema judicial, ustedes habrán de legitimarse día con día, en el ejercicio cotidiano de sus funciones.

Para ello me parece necesario partir de una comprensión del rol que han asumido como jueces en la sociedad moderna. En un estado constitucional de derecho como el nuestro, el papel de los jueces se ha expandido considerablemente. Atrás han quedado los tiempos en que la labor jurisdiccional se configuraba como una mera función técnica de aplicación de la ley. El paradigma de la supremacía constitucional transformó a los jueces en garantes de los derechos fundamentales y de la sujeción a la ley de todos los poderes públicos…

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