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Primer informe anual de labores del Poder Judicial de la Federación 2019

PALABRAS DEL MINISTRO PRESIDENTE ARTURO ZALDÍVAR CON MOTIVO DEL PRIMER INFORME ANUAL DE LABORES DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN 2019.

Ciudad de México, 11 de diciembre de 2019

 

Señoras y señores Ministros: 

Agradezco y reconozco la presencia, en este acto solemne, del señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Licenciado Andrés Manuel López Obrador, así como de las señoras Presidentas de las Mesas Directivas de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, Diputada Laura Angélica Rojas Hernández y Senadora Mónica Fernández Balboa, respectivamente.

Su presencia da cuenta del carácter republicano de esta ceremonia; abona al fortalecimiento de nuestra vida institucional, y se inscribe en el marco del principio constitucional de división de poderes, entendido como equilibrio y colaboración para una democracia sustantiva.

Señoras y señores Consejeros de la Judicatura Federal
Señoras y señores Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación

Distinguidos invitados especiales Dra. Beatriz Gutiérrez Müller Señoras y señores:

Informar y rendir cuentas es una obligación elemental de todo servidor público. En este acto presentaré el informe correspondiente a las labores del Poder Judicial de la Federación durante el año 2019. Todo lo logrado se debe al esfuerzo colectivo de las señoras y señores Ministros, a las señoras y señores Consejeros que integran e integraron el Consejo de la Judicatura Federal durante el mencionado período, así como a todas las personas que colaboran en la Presidencia de la Suprema Corte y del Consejo, y a los alrededor de 48,000 servidores públicos que integran el Poder Judicial.

Las cifras que dan cuenta de la labor jurisdiccional y administrativa están contenidas en el informe escrito que se ha entregado a las señoras y señores Ministros y Consejeros, así como a los titulares de los Poderes de la Unión. Procuraré no repetir esas cifras, sino centrarme en exponer los ejes a partir de los cuales hemos emprendido un camino de profunda transformación, con la finalidad de acortar la brecha que existe entre la justicia tan anhelada para los mexicanos y aquella a la que hoy en día tienen realmente acceso.

El Poder Judicial de la Federación —esta noble institución que me honra representar— es uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema constitucional. Para el adecuado funcionamiento del delicado engranaje republicano, es indispensable una rama judicial fuerte, autónoma, independiente y, sobre todo, que goce de la confianza social. Contar con jueces honestos, valientes, preparados, sensibles y comprometidos con los valores constitucionales, es tan necesario para una sociedad libre y democrática, como lo es la integridad del sistema representativo en su conjunto.

Mucho se ha logrado al respecto en las últimas décadas. El Poder Judicial ha alcanzado un grado de fortaleza institucional que le permite dar salida a los conflictos, brindar certidumbre al orden jurídico, y ejercer un control efectivo de la constitucionalidad de las normas y actos del Poder Público, en defensa de las atribuciones y competencias constitucionales y de los derechos humanos de las personas, contribuyendo a la gobernabilidad, la seguridad jurídica y el estado de derecho.

Un cuerpo de alrededor de 1500 juzgadores imparte día con día justicia federal en nombre de la Unión. Lo hacen en condiciones muchas veces heroicas, en lugares apartados, lejos de sus familias, con largas jornadas de trabajo, enfrentando con aplomo las presiones mediáticas, del poder económico y también de la delincuencia organizada. A ellas y a ellos, así como a todo el personal de carrera judicial y administrativo, que se entrega con honestidad y excelencia al servicio público, les expreso mi total reconocimiento…

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