Ceremonia Entrega de Medallas I Ponciano Arriaga y Jacinto Pallares 2020
Vivimos en un país profundamente injusto, donde la mayoría ha estado olvidada por décadas y donde los privilegios fueron históricamente para unos cuantos. Entre tanta carencia que tienen tantos y tantas, ha estado siempre presente la carencia de justicia. Las cárceles mexicanas llenas de inocentes, porque no tuvieron quién los defendiera o porque no tuvieron una defensa de calidad o porque las policías y los Ministerios Públicos se amafiaron para fabricarles delitos. Un país donde a una madre se le pueden arrebatar impunemente sus hijos si no tiene recursos para un abogado de calidad; donde se puede despojar a la gente de su vivienda si no tienen dinero para un abogado o una abogada medianamente competente. Ésa es la realidad de la inmensa mayoría del pueblo de México. Ésa es la justicia desigual que nos toca combatir. Por eso el compromiso del Poder Judicial Federal, de este nuevo Poder Judicial Federal, es por generar una defensoría que ya tenemos y seguirla consolidando para que en todos los rincones del país haya una abogada y un abogado de calidad, como Esmeralda, como Arturo, que defiendan a los más pobres, a los marginados y olvidados, a los que nadie había volteado a ver nunca