Este día, como ya se ha manifestado aquí, es muy especial. La idea es reunirnos para festejar a las y los juzgadores mexicanos por su labor, por su trabajo, por el servicio que prestan a la sociedad, pero los últimos años han sido particularmente complicados.
Justo hace dos años el primer evento que tuvimos que cancelar en la Corte fue esta ceremonia al inicio de la pandemia, y el año pasado tuvimos que reunirnos de manera virtual. Celebro que hoy podamos estar reunidos aquí físicamente, aunque hay que reconocer que las familias de ustedes están todavía a la distancia para cumplir los protocolos de seguridad sanitaria.
Sin embargo, la pandemia, como ya se dijo aquí, ha dejado múltiples secuelas y eso que aún no termina; crisis económica, crisis de salud, crisis psicológicas muy variadas, crisis sociales y políticas, no sólo en México sino en muchas partes del mundo.
Estamos enfrentando situaciones inéditas que nos obligan a innovarnos y cuando parecía que habíamos aprendido de la pandemia a ser mejores personas y a privilegiar lo importante, nos encontramos con casos extraordinariamente lamentables.