Discursos

Discurso derechos humanos-Guardia Nacional

PALABRAS DEL MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN DEL CURSO IMPARTIDO POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS, PROMOCIÓN Y DESARROLLO DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN A ELEMENTOS DE LA GUARDIA NACIONAL.

Ciudad de México, 17 de junio de 2019

LICENCIADO ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

GENERAL LUIS CRESCENCIO SANDOVAL GONZÁLEZ, SECRETARIO DE LA DEFENSA NACIONAL

ALMIRANTE JOSÉ RAFAEL OJEDA DURÁN, SECRETARIO DE MARINA

DOCTOR ALFONSO DURAZO MONTAÑO, SECRETARIO DE SEGURIDAD Y PROTECCIÓN CIUDADANA

DOCTOR ALEJANDRO GERTZ MANERO, FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA

GENERAL DE BRIGADA LUIS RODRÍGUEZ BUCIO, COMANDANTE DE LA GUARDIA NACIONAL 

DISTINGUIDOS INTEGRANTES DE LAS FUERZAS ARMADAS Y DE LA GUARDIA NACIONAL

SEÑORAS Y SEÑORES

Es un alto honor para mí estar aquí, ante los mandos superiores de las Fuerzas Armadas y de las Instituciones Federales de Seguridad Pública, en este acto histórico en el que el Estado mexicano expresa, como nunca antes, su voluntad y su compromiso de combatir el crimen y la inseguridad, con los métodos propios de la democracia; y sólo con éstos.

Estamos aquí reunidos, porque como parte del Estado mexicano nos une, en el ámbito de nuestras respectivas responsabilidades, un mismo propósito y una misma visión.

Nos convoca el propósito compartido de construir un país en el que impere la paz y la concordia. Un país con seguridad y justicia. Un país en el que todas las personas puedan vivir con dignidad y sin miedo.

Asimismo, nos une la visión común de que, para alcanzar esa meta, solo hay un camino, que es el del respeto irrestricto a la Constitución y a los derechos humanos que ésta reconoce.

Hacer frente a las demandas sociales de paz es inaplazable. Es deber esencial del Estado salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, y para ello es imprescindible garantizar la efectividad en las tareas de seguridad pública y de combate a la delincuencia.

Pero para que el ejercicio de estas tareas sea legítimo, debe necesariamente realizarse con plena observancia al marco constitucional; con respeto al debido proceso; y con apego a las reglas, valores y principios que garantizan la vigencia plena de los derechos humanos.

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