Un mundo al revés
No soy un hombre fácil es una película francesa de Netflix, dirigida por Éléonore Pourriat, que parte de un sencillo argumento: tras un golpe en la cabeza, Damien —arquetípico macho, mujeriego, sexista— despierta en una realidad alterna, en la que los roles de género se han intercambiado. Las mujeres dominan el mundo, visten de traje y conducen autos deportivos, mientras que los hombres cuidan del hogar, tienen empleos de asistentes y son objetivados sexualmente.
En este mundo paralelo las convenciones de género se han conmutado. No se trata de imaginar cómo sería un mundo dominado por las mujeres, sino de invertir los roles de la vida real, lo que permite revelar y traer a la luz toda una serie de situaciones de la vida cotidiana, en las que los estereotipos de género se ven proyectados.