Conmemoración 105 Aniversario de la Constitución de 1917
Conmemorar un aniversario más de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tiene un profundo significado para nuestra vida pública. Es celebrar una historia común, que nos da identidad y cohesión como Nación; es celebrar las luchas y las conquistas de quienes han soñado con un arreglo social más justo e igualitario; es refrendar el compromiso con una forma de vida democrática, en la que todo el poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.
Conmemorar la Constitución es mirar al pasado, para entender nuestro presente; pero al mismo tiempo, es mirar hacia un futuro comprometido, anclado en la voluntad de regir nuestros designios conforme a este pacto fundamental.
En el pasado, están las mujeres y hombres que han luchado por un país democrático, libre e igualitario. Están quienes lucharon por los derechos laborales, por el reconocimiento y la autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas; quienes lucharon por la tierra y por la reforma social.
En las páginas de nuestra Constitución está plasmado el anhelo de un país en el que el color de la piel, la condición social, la etnia, el género, la diversidad sexual, o la discapacidad no determinen el destino de las personas, sino que éste pueda ser forjado a partir de la posibilidad real de perseguir los propios sueños.