Conferencia de Inauguración del Ciclo Académico en la Universidad Iberoamericana
Agradezco mucho la invitación de las autoridades de la Universidad Iberoamericana para estar con ustedes esta tarde en que se inauguran los cursos de este semestre.
Agradezco al rector Luis Arriaga sus amables palabras. Es alguien a quien aprecio, respeto y admiro desde hace mucho tiempo por su compromiso en favor de los derechos humanos de todas las personas, pero particularmente de quienes están más desprotegidas; de los pobres y olvidados de este país con quienes él siempre ha tenido una conexión muy especial.
Agradezco también al señor director su amable recepción. A la vicerrectora, a la directora de la división del área de ciencias sociales de la Universidad Iberoamericana. A todas y todos ustedes que están en este auditorio y a todas las personas que nos siguen en la transmisión, tanto de Justicia TV como de las redes de la Corte, del Poder Judicial, y de la propia Universidad Iberoamericana.
El tema para tratar con ustedes esta tarde, como ya se ha dicho aquí, es “La gran reforma judicial de 2021”, pero para poder analizar en su real dimensión esta reforma, es importante tenerla presente en un contexto histórico, un poco más amplio.
En 1994 que entra en vigor en 95, entra en vigor una reforma muy trascendente al Poder Judicial Federal, esa reforma, recuerdo a quienes lo saben y a los que son más jóvenes se las comento, seguramente la verán en sus cursos, si es que no la han visto todavía, trae primero una modificación importante a la estructura de la Corte.